Después de una semanita de descanso bloggero y descanso general, que una también se merece una semanita de vacaciones, sigamos hablando de los maravillosos(?¿) cambios por los que pasa nuestro cuerpo y alma...
Yo que ya he pasado la temida barrera de los tres meses, y digo temida no solo por los riesgos que conlleva esta etapa para el feto al ser el período en el que se forma, sino sobretodo porque es cuando empiezan a desaparecer las pocas (en mi caso) o muchas molestias que sufre nuestro cuerpo al inicio del embarazo.
Para mí, lo más desagradable fue el asco generalizado por casi toda la comida... Únicamente me apetecía pasta, pasta, pasta y más pasta. Y queso, mucho queso. Pero claaaaaro, justo en las peores semanas donde esta sensación era más intensa, estaba invitada en casa de unos familiares y no era plan de elegir "plato a la carta" como si estuviera en un restaurante... Sí, ya se que es un caso especial, pero yo soy de las que callo por no ofender y de las que huyen de cualquier momento en el que pueda ser el centro de atención sea por el motivo que sea.. Así que, bueno, más o menos iba tirando, eso sí, las digestiones eran horrorosas... me pasaba como una hora "muriéndome" en el sofa.. Por suerte, todo eso ha desaparecido. Me vuelve apetecer comer de todo y tanto como comía antes de estar embarazada. Eso sí, el asco generalizado por el pescado creo que no se me ha ido, entre que ya da pereza "enfrentarte a un pescado", pues ahora lo veo como algo imposible...
Otra de las cosas que más he notado, es el tema del olfato! me he convertido en una super woman de los olores! tengo un super poder, no muy glamouroso pero bueno, antes de que los demás huelan algo yo ya lo he olido! Esto no me desagrada demasiado, incluso me hace gracia por lo que os digo, porque segundos más tarde de que yo diga: huele a... la gente dice: es verdad, es verdad...
Otro día, más superpoderes! besitos
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